lunes, 2 de noviembre de 2009

Progressive Nation Europe 2009

LA CUBIERTA, Leganés, 23 de Octubre de 2009.



Progressive Nation es un Festival creado y patrocinado por Mike Portnoy y Dream Theater, en el que desde hace unos años reúnen bandas de un cierto perfil y siempre dentro de los gustos del propio Portnoy. Hasta ahora las giras habían sido siempre por los USA pero esta vez se han traído el festival a Europa.

Opeth ya habían estado en una de las giras anteriores y para esta ocasión Akerfelt, gran amigo de Portnoy, le pidió ser parte del evento. A ellos se unieron Bigelf y Unexpect.

Antes de ir a la música en si hay que hablar, una vez más, del local del concierto. Y es que en Madrid este tema, recurrente desde tiempos inmemoriales, no parece que nunca vaya a tener una solución.

No existe un local adecuado con una capacidad media de 5000-6000 personas. Aunque se puede encontar una fórmula, que de hecho se usó en la anterior visita de Dream Theater, que fue usar la mitad del Palacio de los Conciertos (otros dicen Deportes, pero ahí deportes pocos).

Pero descartada esa opción nos llevaron a La Cubierta de Leganés. Un local ESPANTOSO para la música, debido a su forma y a los materiales de los que está construida. Es imposible conseguir sonar con calidad en ese lugar. Y lo notamos, y lo pagamos.

Abrieron Unexpect, con poco público todavía. Su propuesta no me interesaba mucho y francamente, tampoco tuvieron oportunidad de demostrar nada ya que el sonido era horroroso. Poco más que decir.



Bigelf han sido mi descubrimiento del año. Repasando su música para el concierto he encontrado una propuesta interesantísima, basada sobre todo en teclados analógicos, como el Hammond B3 o el Mini Moog, que dan un sonido muy setentero, con reminiscencias variadas, desde King Crimson a Mott the Hopple o a Black Sabbath. No pudieron, en la media hora de la que dispusieron, dar mucho de si, pero si se vió a una banda con mucho que ofrecer y a la que espero ver en un concierto entero y en un local adecuado lo antes posible.

A pesar de que el sonido fue algo mejor, la escasez de tiempo dejó fuera una de sus canciones imprescindibles y que más ganas tenía de oír, Blackball. Espero que haya una próxima vez pronto.



La propuesta de Opeth quedó también deslucida debido al sonido. Solamente en las partes tranquilas y limpias se pudo apreciar bien, porque precisamente es el sonido distorsionado de las partes más fuertes el que se enfollonaba con el eco y se convertía en difícilmente discernible. Y eso que comparado con los anteriores la cosa había mejorado, sobre todo debido a que el público ya llenaba el recinto y eso contribuye a absorber un poco los rebotes y los ecos.

Afortunadamente les habíamos visto hacía apenas un año
(Ver crónica y fotos en este mismo blog) con lo que me dolió un poco menos.

Tocaron alrededor de una hora y lo mejor, sin duda, fue la canción de Damnation, que al ser totalmente limpia sono casí perfecta y encima es una de mis favorita: Windowpane.



Dream Theater dispusieron del escenario completo, todas las luces, pantalla de video y demás parafernalia. Y se notó, porque sin llegar a la perfeción, el sonido fue aceptable.

Y se pegaron un homenajea si mismos. Aunque tocaron la mitad del nuevo disco, abriendo con un contundente A Nightmare to Remember y cerrando con los casi 20 minutos de The Count of Tuscany, el resto fue una demostración de que ya pueden tocar cualquier tema de su ya largo repertorio, bordarlo y pasárselo bien haciéndolo.




Petrucci no tuvo el mejor sonido, pero demostró que sigue siendo uno de los más grandes. Rudess cada vez aporta más, no limitándose tan solo a los duelos acelerados con la guitarra.





Myung es un bajista soberbio. Siempre discreto pero dándole a la banda una consistencia y una riqueza que sin él sería imposible. Y Portnoy es un batería de otro planeta. Tiene pegada, tiene sutileza, y encima es un showman consumado. Es complicado que así sea para un batería, pero él atrae las miradas desde detrás de su mastodóntico kit con las dos baterías unidas.



Y Labrie, pues como siempre. Cumple bien, pero no es la voz que estos monstruos se merecen. Pero es lo que hay.



En resumen un buen festival, que si hubiera sido en un sitio más apropiado hubiera sido sobresaliente, sin duda.

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