miércoles, 17 de junio de 2009

Foreigner Madrid 10/06/2009

El poder de las canciones.

En los 70 Foreigner fueron una de esas bandas que se hicieron muy importantes en nuestras vidas. Muchas de sus canciones se convirtieron en auténticos himnos para nosotros como Cold as Ice, Hot Blooded, Love on the Telephone o Women. cuando tuvieron un mayor éxito popular con Urgent y con "esa balada que todo el mundo conoce" perdí un poquito el interés, pero siempre quedaron como uno de esos grupos míticos.

Cuando vi que venían a tocar, decidí investigar un poco a ver quién estaba en la banda y qué hacían. Siempre tuve claro que el "nucleo duro" imprescindible eran Lou Gramm cantando y Mick Jones a la guitarra. En los 70 fue Ian McDonald el que les dió un toque diferente al ser capaz de tocar saxo, flautas, teclados y guitarras. De hecho fue su presencia inicialmente en la banda la que nos hizo prestarle atención ya que su trayectoria sobre todo como miembro de los primeros King Crimson le daba para mi un aura de mito auténtico y músico de enorme categoría.

Y de esos ahora está solamente Mick Jones. Pero las dudas se disiparon rápido cuando comprobñe que Kelly Hansen, que tomó el papel de vocalista tras abandonar Lou Gramm debido a un tumor cerebral, era la voz perfecta para las canciones.


Porque ahí está el poder de Foreigner. Ahora mismo son un grupo de músicos sólidos y muy competentes, liderados por el motor original de la banda y principal compositor y con un montón de canciones que suenan de maravilla. Eran buenísimas entonces y el miércoles comprobamos que lo siguen siendo y que guardan toda la fuerza y la calidad que tenían.


Empeznado con un trio de gemas como Double Vision, Head Games y Cold As Ice, ya tenían al público en la palma de mano. Un público además que se notaba conocedor, con la media de edad suficiente para haber paladeado la música cuando se editó.

Midieron perfectamente las fuerzas alternando momentos más energéticos con baladas relajadas y desgranando perla tras perla: Blue Morning, Blue Day, Starrrider, Dirty White Boy, Feel Like the First Time...

Kelly hace las canciones suyas y no hace añorar a Gramm en absoluto, incluso es más fiel al original que algunas de las últimas interpretaciones de Lou disponibles. Y el resto de la
banda perfecta. Mick sigue siendo un maestro de las 6 cuerdas, Jeff Pilsen aporta mucha energía al bajo y una voz muy cálida y Tom Gimbel es el complemento perfecto, aportando con la segunda guitarra pero siendo además capaz de marcarse un solo de saxo en Urgent impresionante. El batería es sufientemente sólido, aunque sentí que Jason Bonham les haya dejado hace poco y el teclista hace su trabajo perfectamente.


Momentos espectaculares del concierto hubo bastantes, destacaría un Say You Will con todo el grupo cantando, un Dirty White Boy potentísimo, Juke Box Hero con una parte intermedia versioneando a Led Zeppelin...Además anunciaron disco nuevo y tocaron un treme del mismo, que sonó bastante bien, aunque un pelín comercial.

Hasta la "famosa balada que todo el mundo conoce" y que por supuesto todo el mundo cantó, vale, sí, cantamos, estuvo muy bonita.

Resumiendo, un conciertazo. Si siguen por esta línea les queda cuerda suficiente y hay que confiar que salieran tan satisfechos de la visita como pareció para que no tarden otros 35 años en volver.

Y como cierre un par de videos que grabé. En Youtube están, por supuesto las canciones más conocidas que fueron grabadas por la gente


martes, 16 de junio de 2009

AC/DC Madrid Estadio Vicente Calderón 5/6/09: La Crónica.

Estoy mayor para macroconciertos en el mogollón. Esa es la reflexión inicial que hay que hacerse. Para la próxima vez mejor me busco una entrada de asiento que por lo menos alivie la espera. A la postre un concierto de esas dimensiones se ve mayormente en las pantallas por lo que no hay mucha diferencia salvo que te pegues por estar en primera fila, algo que es evidente que yo no voy a hacer.

La segunda reflexión al hilo del concierto es que en acontecimientos de esta repercusión hay demasiada gente que se apunta “porque mola” y al final son generalmente unos patosos y unos coñazos. Si en uno normal hay un porcentaje de esos siempre en otro así de grande se multiplica hasta la nausea y me toca bastante la fibra. Sí, también es porque me estoy haciendo viejo, pero el tiempo no pasa y los pesados cada vez me parece más pesados.



Dejando aparte la sección de cascarrabias vamos a lo que interesa. No vimos a Lilith, primeros teloneros y como además apenas se les oía cuando entramos, no puedo opinar. The Answer pagaron la enormidad del sitio y la escasez de sonido. Es posible que en las primeras filas se oyera mejor pero hacia la mitad de la pista dónde nosotros nos encontrábamos perdían toda la fuerza. Hicieron lo que pudieron por animar el cotarro y en parte lo consiguieron. Sigo teniendo mucha fe en ellos y espero poder verles en una sala pequeña para disfrutar de verdad, porque su música es excelente.

Y el plato fuerte. AC/DC montaron un escenario más grande que el el Palacio, lógicamente, con dos pantallas de video laterales y cubierto, con las columnas coronadas por dos gorras con cuernos. La parte central contenía el mismo montaje de la gira de pabellones, con prácticamente los mismos efectos, la locomotora que aparece entre explosiones y los juegos de las pantallas de video exactamente iguales. Y por supuesto, la campana, las llamaradas en TNT y Highway to Hell, la enorme Rosie cabalgando la locomotora y los cañonazos para cerrar con For Those About To Rock.



Quizá espoleados por la enorme cantidad de gente entregada, Angus y Brian se mostraron aún más energéticos si cabe, mientras la base rítmica cumplía tan sólida y eficaz como siempre. El set list con una sola variación, la adición de Dog Eat Dog entre War Machina y Anything Goes. El resto sin sorpresas, cosa que tampoco esperaba, conociendo a la banda.



Eso sí, el único efecto nuevo fue realmente espectacular, cuando Angus, durante Let There Be Rock se subió al techo de la tienda de sonido y luego a la plataforma y en ese momento unos gigantescos cañones de confetti cubrieron el estadio de papelitos entre la locura del personal. Apoteósico de verdad.



Resumiendo, para el que no haya visto muchos megaconciertos habrá sido una experiencia brutal. Para mi fue realmente divertido y a la vez muy cansado, pero no me arrepiento de haber ido por supuesto.

Eso sí, como decía al principio, he de aprender la lección e ir de asiento. Mis rodillas me lo agradecerán