miércoles, 9 de diciembre de 2009

Muse, Madrid, 28 de Noviembre de 2009. Palacio de los Conciertos.

Apabullante puesta en escena.



Por alguna misteriosa razón nunca le había prestado atención a Muse. Personalmente, sin haberlos escuchado, los había asociado a música electrónica tipo Prodigy y luego resultó que no tenían nada que ver.

Pero cuando alguien tan cercano te los recomienda, tienes que prestarles atención. Y están bien, no voy a decir que me emocionen tremendamente, pero tras escuchar varios discos y ver el DVD del concierto de Wembley estaba claro que en directo son algo que hay que ver.

Como siempre en el Palacio de los Conciertos, la organización dejó bastane que desear. Colas kilométricas debido q que se abren escasísismos accesos y follón en el interior. Afortunadamente hubo suerte, nos encontramos con unos conocidos, lo que nos ahorró un rato de espera y nos dió la posibilidad de colocarnos en unos buenos asientos, en el fondo enfrente del escenario.



Tras un trío telonero bastante ruidoso pero no muy interesante, comienzan las sorpresas. El escenario tiene tres columnas que sirven de pantallas para las proyecciones y Uprising arranca con cada uno de los tres Muse en una de las columnas a una buena altura.



Según van pasando canciones el escanario se transforma, las columnas bajan y los dejan a ras de suelo, para al rato volver a subir con el piano en United States of Eurasia. A todo esto hay que añadir proyecciones, laseres, toda clase de luces etc, en una puesta en escana que a ratos resultaba apabullante, perdiéndose un poco la atención que se va más a la parafernalia que a la música.



Las canciones son buenas, no hay duda, pero en mi opinión la cosa no llega a cuajar. Hay buenos momentos, y otros muy espectaculares visualmente. Pero personalmente no me quedé demasiado impresionado. El sonido a ratos era demasiado difuso, no sé si porque al ser solamente tres, más el teclista en la oscuridad, tienen que utilizr el bajo distorsinado para rellenar y el sonido se apelmaza. Al final estaba demasiado fuerte y eso no mejoró en absoluto el resultado.





Además hacia la mitad del concierto la secuencia de canciones no fue la más apropiada y la audiencia lo acusó bastante, aunque luego el concierto volvió a remontar un poco, que no así el sonido porque fue cuando el volumen aumentó.

Mención aparte el público, muy variopinto como podría esperarse en un grupo a este nivel de éxito, pero sobre todo muy "karaoke", cosa que a ratos es bastante cargante, sobre todo lo de cantar las melodías a ritmo de lolololooo. Aparte de los "momentos joteros" tan típicos de estos conciertos multitudinarios, cualquiera que sea su estilo.



En conclusión, un buen concierto en el que el espectáculo visual al final estuvo por encima de la música y del que seguramente una gran mayoría saldría cegada por el espectáculo visual olvidando la música.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Una buena crítica constructiva desde luego, ahora que habría que ver que grupos consideras buena música, porque habiendo lo que hay hoy en día, Muse esta varios listones por encima de cualquier grupo que se precie, incluso los más míticos, que viven de sus antiguos temazos ya que hoy por hoy han empobrecido bastante.