lunes, 21 de septiembre de 2009

El final de una pesadilla



La Selección española se proclamó anoche campeona de Europa tras vencer contundentemente a Serbia, en un final de campeonato a gran nivel que llevó al equipo a derrotar sucesivamente a Francia, Grecia y a la propia Serbia por diferencias abultadas.

Como sobre esto se puede leer profusamente en periódicos, blogs y Foros de todo tipo, donde se puede disfrutar de los usuales calificativos rimbombantes, apelativos superlativos y toda la imaginería rojigualda posible, yo me voy a abstener de glosar el evento, del que, al final, no niego que he disfrutado.

Ayer en la retransmisión televisiva, el protagonista de esta entrada anunció que abandonaba la cadena, siendo la Final, su último partido en el micrófono.

Este personaje es el mismo que consiguió que un medio escrito me publicara por primera vez una carta al director, allá por el año 93, cuando fue capaz de repetir la palabra "ahi" más de 300 veces en los 12 minutos de juego real de un partido de las estrellas. Es el mismo que con su inoperancia en la narración y el humor ramplón de sus chascarrillos, consiguió que un partido de la NBA se convirtiera en un espectáculo tan insufrible que tuve que dejar de verlos, salvo cuando conseguía encontrar una retransmisión en aleman o en neerlandés en los gloriosos tiempos de la tarjeta pirata de D+. El mismo que una vez que, ¡gracias sean dadas a los dioses!, abandonó la plataforma digital, convirtió el Mundial de Japón en otra tortura, en diez años no solo no había mejorado sino que había empeorado hasta niveles increíbles. Aún tengo los DVDs del mundial sin abrir ya que me cuesta mucho plantearme ver un pertido con el tipejo este narrándolo.

Pues bien, esto ha terminado, al menos de momento. Le deseo a este señor que encuentre un trabajo a su medida y pasee sus camisas de fantasía, sus chalecos, sus pajaritas y sus estupideces por cualquier cadena no relacionada con el baloncesto. En mi opinión debería dedicarse a la narración de combates de lucha libre, donde su agudeza en los chistecitos y sus cancioncillas quedarían perfectos. Y si no encuentra algo así, quizás debería plantearse que le contrataran como experto en las tertulias de Curry Valenzuela o cualquiera de Intereconomía, Libertad Digital o VEO. No desentonaría en absoluto.

Hasta nunca tío coñazo.

PD: Buscando la foto para ilustrar esta entrada he leído la noticia en la web de 20 minutos, en la que se afirma que su manager es un conocido ex-jugador de baloncesto que se ha cubierto de gloria en algunas retranmisiones de cierta cadena pública, en las cuales incluso se ha llegado a pensar que había tenido más de uno y de dos encuentros con alguna bebida espirituosa antes de ponerse a hablar. Ya se sabe el refrán "dios los cría y el viento los amontona".

1 comentario:

Mr Starman dijo...

Todos estamos agradecidos por el hecho. Yo afortunadamente no he tenido que sufrir al personajillo durante todo el campeonato, gracias a haber conseguido una perfecta conjunción "imagen-sonido", completamente sincronizados: Imagen vía LaSexta en TDT y el sonido de la emisora de radio deseada (en mi caso la SER) vía satélite. Recomiendo este truco para silenciar futuros comentaristas televisivos insufribles:

a) Sonido a través de plataforma de pago (Digital +).
b) Sonido a través de un receptor "libre" de satélite. Las principales cadenas emiten en abierto a través del Astra e Hispasat.
c) Sonido a través de un segundo decodificador TDT conectado al musiquero. La SER y más emisoras también emite vía TDT.