De las dos obras conceptuales de
The Who,
Quadrophenia es, para mi, la más rica musicalmente y la que ha tenido una influencia más grande en mi vida, desde el disco censurado de la época franquista hasta que llegó la película y nos convertimos en más o menos fervientes mods. Durante algún tiempo el cántico de "We are mods we're mods" fue una constante en nuestras juergas.
Por eso la oportunidad de disfrutar de la obra completa en orden de principio a fin era muy golosa. Siendo en Dublin, donde en ese momento teníamos a mi sobrino emigrado fue lo que lo convirtió en irresistible y nos hizo lanzarnos a comprar las entradas.
Cuando recibí las entradas vi anunciado a
Vintage Trouble como teloneros. No tenía ni idea de quienes eran o qué hacían pero dado que las otras dos veces
The Who llevaron teloneros muy interesantes me puse a investigar y
efectivamente, no defraudaban en absoluto.
Finalmente y a últimisima hora, como mi sobrino decidió dejar Dublin y marcharse al quinto pino, cuando parecía que la entrada se iba a quedar vacía, consseguimos que uno de sus amigos españoles aún residentes allí se apuntara. Creo que a Adrian no se le va a olvidar el día, no siempre te invitan a ver un concierto de este calibre de repente. Y la verdad es que personalmente me encantó, hubiera sido una pena desperdiciar una entrada así y revenderla, viendo la calaña de los reventas "oficiales" hubiera sido un riesgo más que notable.
Después de encontrarnos con él y tomar una cervecita en el "bar de al lado" escuchando música de los Who y rodeados de camisetas con la diana, entramos tranquilamente al recinto. La verdad es que es un gusto ir a conciertos fuera de Españistán. El
O2 es una instalación perfecta, maravillosamente accesible, con todos los servicios disponibles sin ningún problema, evidentemente tienen que ser capaces de servir cervezas al ritmo que se las beben los irlandeses, que es muy grande. Y el interior es perfecto, un auditorio con visibilidad ideal desde cualquier localidad y excelente sonido. Nuestros asientos estaban en el tercer nivel, pero nadie delante, una barandilla apropiada para apoyar los pies y a una distancia no excesiva del escenario.
Éste es amplio con dos pantallas de video a los lados y cuatro más en el centro, tres de ellas circulares y otra más grande entre ellas. No nos perdimos ni un detalle del buen espectáculo visual que los Who ofrecieron después.
La espera fue agradable, con cervecita y conversación hasta que a las 7:30 en punto
Vintage Trouble tomaron la escena. Son un cuarteto de blues rock sólido con una voz llena de soul al frente. LA combinación es simplemente explosiva. El cantante
Ty Tyler es heredero de lo mejor del soul clásico, de Otis, de Wilson o de James. a banda va perfectamente maqueada para tocar, también en el más puro estilo sesentero, con trajes y sombreros y nos regalan 40 minutos intensos con voces lujuriosas, guitarras afiladas y el ritmo caliente de lo más profundo del alma. Ty canta, baila, interacciona con el público y a partir de una sala semivacía consigue no solo calentar al personal como manda la obligación de un telonero, sino hacerle que se levante y aplauda con entusiasmo. En un momento dado Ty salta a la platea y se pasea hasta mitad del recinto. Suenan temas de su CD
The Bomb Shelter Sessions aderezados con historias de Ty. Es un frontman de lujo que te deja con ganas de más. Esperemos que pronto tengamos ocasión de verles en un set completo.
Como estaba anunciado a las 8:30 en punto se apagan las luces y oímos el ruido del mar mientras en las pantallas se empieza a ver como rompen las olas en la playa.
I Am the Sea rompe con garra en
The Real Me y vemos a la banda al completo. Roger Daltrey en el centro con traje y la camisa abierta con sus ya clásicas gafitas azules y el pelo ensortijado. Pete Townsend como siempre a su izquierda con pantalón negro y una camiseta de rayas muy "marinera". A la derecha de Roger pero más al extremo del escenario Simon Townsend y Pino Palladino y detrás de él, protegido por láminas de metacrilato la enorme batería de Scott Devours y hasta ¡¡tres!! teclistas y una pequeña sección de viento en determinadas canciones.
La recreación de la música es impecable, suena perfecto, Roger en un estado vocal excelente, Pete cumpliendo en sus partes y más apoyo vocal no solo de Simon, que tiene sus trozos solistas, sino del resto de la banda. Sin apenas pausa entre canciones y con los interludios igual que en el disco (el boletin de noticias, la música del circo, la ráfaga de The Kids are Allright). El único pero es que Pino Palladino es un bajista excesivamente sobrio y está enterrado en la mezcla. Desgraciadamente con la desaparición de The Ox los Who eligieron pasar de un bajista prominente a uno simplemente competente.
En el instrumental Quadrophenia las pantallas de video nos enseñan un resumen en imágenes de la postguerra y los años 50 y 60, en las otras canciones vamos viendo a los mods y a los jóvenes Who en sus años más gloriosos. El montaje visual es excelente, tanto apoyando la historia con imágenes como dando detalles de la banda para los que estamos más alejados.
En
The Dirty Jobs Simon toma las labores solistas apoyado por Daltrey en un duo excelente y después Roger Daltrey borda el
Helpless Dancer con un torrente de voz perfecto, gran interpretación. Y el final del "Disco Uno" es tremendo,
I Have Enough pone la piel de gallina y el coro impecable, con el sonido de banjo incluído me llevó al borde de las lágrimas.
Una vez más, prácticamente sin pausa llegó uno de los momentos álgidos de la noche,
5:15 es un cañonazo sonoro con los vientos sonando a toda potencia, rock de alto voltaje y entonces la primera sorpresa de la noche. La canción, gracias a la tecnología, tiene el solo de bajo de John Entwistle completo.
The Ox ametralla notas de bajo de sus dedos eléctricos desde las pantallas mientras Scott Devours hace una increíble demostración al tocar sincronizado con el video. La ovación es estruendosa antes, durante y después del solo. John había estado allí desde el principio y se hizo "presente".
Con lo cual lo que yo había pensado que podría ocurrir, lo hizo. Después de
Sea an Sand y
Drowned había que llamar al
Bell Boy, y por supuesto el botones no es otro que Keith Moon y Moony se cantó sus partes desde el video con la consiguiente apoteosis de la audiencia. Inenarrable.
Encarando ya el final de la obra las emociones iban a toda leche. En
Doctor Jimmy además de homenajear a John ya que incluye
Is It Me, su tema, se ilustró con imágenes del incendio del West Pier de Brighton, una alegoría del final de una época. El video es otra vez protagonista durante el instrumental The Rock, ahora se hace un repaso de la segunda parte del siglo XX y hasta nuestros días, con abucheos estruendosos a la Dama de Hierro y repaso de los acontecimientos más importantes, quizá con escaso mensaje de actualidad que no hubiera estado de más. Eso sí, el final es perfecto con Pete destrozando el objetivo de la cámara con la guitarra.
Con tantas emociones juntas
Love Reign O'er Me es el gran finale, Roger cantando con una profundidad y una emoción enorme y la banda sonando como un cañonazo, absolutamente espectacular, un cierre sublime y otra vez el publico aplaudiendo en pie durante largos minutos.
Y por fin Pete habló, palabras de agradecimiento a la audiencia y a Roger por montar la banda para su gira en solitario. Introducción de todos los músicos con cachondeo especial para su hermano Simon y pitos para su mención de que tienen parientes en Cork.
Logicamente el postre y después de una interpretación tan abrumadora, se dedica a canciones algo más obvias, pero la verdad es que no por obvias las íbamos a dejar de disfrutar, porque además la banda va ya como un tren desenfrenado, los visuales son impactantes y las canciones SON MUY BUENAS:
Who are You, Behind Blue Eyes, Pinball Wizard y la locura final con
Baba O'Riley y Won't Get Fooled Again, que las puedo escuchar millones de veces sin cansarme. Absolutamente increíble. Evidentemente la audiencia respondió tremendamente bien y las "standing Ovations" se repitieron una tras otra.
Tras agradecer y despedir a la banda los dos Who, Pete y Roger, Roger y Pete, se quedan solos en escena para interpretar
Tea & Theatre el tema de Endless Wire. Un resumen perfecto de una vida en la carretera y una mirada al paso del tiempo y a la edad.
Y entre aplausos se retiraron abrazados, tras el epílogo de Roger
"It's so good to be still standing". Los muy grandes nunca envejecen.
Y el cierre a un concierto memorable fue la oportunidd de departir unos minutos con los simpatiquísimos Vintage Trouble con firmas y foto incluídas y la esperanza de verles pronto por Españistán.
Una absoluta gozada de viaje. Nos queda la agradable sensación de que le debemos todavía mucho a Dublin y que hay que volver. Cualquier día para cualquier concierto, allí estaremos de nuevo.