martes, 14 de abril de 2009

AC/DC Madrid 2 de Abril 2009 (y III): La Crónica.

Con un poco de retraso sobre lo prometido, aquí va la crónica del concierto.

Lo primero me gustaría decir que el listillo que tuvo la feliz idea de vender solamente dos entradas por transacción, no sé si evitaría la reventa, pero desde luego dio por culo a muchísima gente que se encontraron con asientos separados y favoreció absolutamente el caos. Poner acomodadores en un concierto de AC/DC suena a chiste de antemano, pero si encima le añades que la gente intenta ponerse al lado de los suyos dentro de lo posible, al final todo se convierte en un follón de proporciones considerables, con muchos sin entrada de pista bajando allí y con los pasillos y escaleras llenos. Aparte de que evidentemente, a menos entradas por transacción, más transacciones por Internet, más accesos y más fácil que los servidores se colapsen, como de hecho pasó en su día.

Los alrededores del Palacio de los Conciertos (Deportes allí pocos) sobre las 7 presentaban el ambiente de las grandes ocasiones. Las colas para entrar a la pista eran a esa hora enormes ya. Los bares llenos. Mucha gente de todas las edades y como nosotros, muchos padres con niños que se estrenaban en ese concierto.

Tuvimos la agradable experiencia de sufrir a la Policía Municipal de Gallardón, con sus bonitos uniformes y sus pequeños cerebritos, muy preocupados por el abominable hecho de que la gente bebiera en la calle, empujando a los poseedores de una caña que se la tomaban tranquilamente en la puerta de un bar a apretujarse en el interior o a dar lecciones de supuesto civismo por estar sentados al lado de los restos de un botellón abandonado al que estuviera más cerca de ellos, sin importarles si eran suyos o no.

Total que a las 8:15 estábamos dentro sentados (y separados) dispuestos a disfrutar de The Answer.


The Answer llevan abriendo para AC/DC toda la gira.. Como sufridos teloneros que son tuvieron un sonido claramente peor, pero demostraron lo que son: Una banda con ganas, con calidad y con un indudable fondo de buen rock de los 70. Oyéndolos puedes pensar en Led Zeppelín o en Free o en tantos buenos grupos guitarreros. Ellos mismos se declaran devotos del grandísimo irlandés Rory Gallagher, de hecho le escuchan antes de salir a tocar cada día, lo cual dice mucho a su favor. El repertorio corto pero medido, con temas de sus dos discos, Rise y Everyday Demons. Esperemos que vuelvan ellos solos y les podamos ver en un concierto completo.


Tras una espera no demasiado larga a las 9:30 prácticamente en punto se apagan las luces entre el aullido del personal y en la pantalla gigante aparece el Rock’n’Roll Train en dibujos animados que podéis ver más abajo. Y a partir de que la locomotora se estrelle y pase, entre humo y explosiones a presidir el escenario, AC/DC se lanzan a ofrecer su show de puro y duro rock’n’roll.

A estas alturas de la película y después de haberles visto en 3 conciertos en sus dos giras anteriores, es como reencontrarse con un viejo amigo. Puede que haga mucho que no le ves, pero a los 5 minutos ya es como si os hubierais visto ayer. Y sabes lo que puedes esperar, y ellos te lo dan.

Pero claro desde el 96 hasta ahora han pasado 13 años, para todos, para ellos y para mi. Afortunadamente Angus y Brian están mucho más en forma que yo. Yo puedo tomarme respiros para hacer fotos o grabar en unas canciones y luego hacer “headbanging” y pegar aullidos en otras. Como es normal, el ritmo es un poquito más lento que antes. Probablemente porque Phil Rudd tiene más difícil mantenerlo tan alto y han bajado un pelín el pistón. Pero tampoco se nota tanto. Él, junto a Malcom y Cliff, siguen siendo una sección de ritmo poderosísima. Siguen moviéndose lo justo, es decir, al micro y atrás y sacudir un poco la cabeza. El resto queda para Angus y Brian.

Y estos dos están como siempre. Sin duda su pacto con el Diablo les ha dado la eterna juventud. Llevan más de 30 años en la Autopista al Infierno y ahí siguen. Se dejan la piel y saben como conectar, y la gente responde. Es una receta fácil, seguro, pero todos queremos pasar por el aro y lo hacemos encantados. Es el ritual. Es AC/DC.



El concierto tiene todos los ingredientes típicos. Los clásicos van cayendo y entre medias algunas canciones del Black Ice. No falta de nada, explosiones, Angus despelotándose en pantalla gigante (gracioso escuchar a 15000 personas, mayoritariamente hombres, jalear como un tipo bajito, calvete y vestido de colegial se quita la ropa sudada en el striptease más aplaudido de la historia del Rock), la Campana del Infierno, cuernecillos diabólicos, Rosie montando a la locomotora, llamas y cañonazos para terminar. Un aquelarre de rock’n’roll con un poco más de pausa entre canciones pero como cada vez, divertidísimo, energético y demoledor.

¿Qué se podrían pedir algunas variaciones? Seguro. Quizá podrían cambiar un poco el final. También. Pero es como ver Casablanca una vez más… Sabes que el final es así y lo aceptas… For Those About to Rock, WE SALUTE YOU!!. Espero que para los que repitan en la gira de estadios hagan alguna pequeña variación en el set, aunque lo normal es que los efectos “teatrales” sean los mismos. Lo veremos en breve.

El concierto fue el estreno para Miguel (10 años) y para Juan (14). Sé que para ellos fue algo inolvidable, aunque ahora todavía no lo expresen con el vigor con el que lo harán en un futuro… “Mi primer concierto fue… AC/DC en el Palacio”.

Y para terminar en un día como hoy solo puedo desearos a todos SALUD Y REPÚBLICA.

1 comentario:

Jacobo Rivero dijo...

Buena crónica, felicidades. El Back in Black fue uno de mis primeros discos, comprado en el Discoplay de Gran Via...