Triste mayo estamos teniendo. Se han ido Mario Benedetti y Antonio Vega con pocos días de diferencia. Dos poetas con mayúsculas. Gracias a ambos por darnos tantos momentos de belleza.
Este es el amor que yo siempre busqué y que he sido tan afortunado de poder encontrarlo y más aún. Benedetti fue capaz de definirlo con estos preciosos versos.
Te quiero
Tus manos son mi caricia,
mis acordes cotidianos;
te quiero porque tus manos
trabajan por la justicia.
Si te quiero es porque sos
mi amor, mi cómplice, y todo.
Y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos.
Tus ojos son mi conjuro
contra la mala jornada;
te quiero por tu mirada
que mira y siembra futuro.
Tu boca que es tuya y mía,
Tu boca no se equivoca;
te quiero por que tu boca
sabe gritar rebeldía.
Si te quiero es porque sos
mi amor mi cómplice y todo.
Y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos.
Y por tu rostro sincero.
Y tu paso vagabundo.
Y tu llanto por el mundo.
Porque sos pueblo te quiero.
Y porque amor no es aurora,
ni cándida moraleja,
y porque somos pareja
que sabe que no está sola.
Te quiero en mi paraíso;
es decir, que en mi país
la gente vive feliz
aunque no tenga permiso.
Si te quiero es por que sos
mi amor, mi cómplice y todo.
Y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos.
Antonio al final perdió su lucha. La pena es que, como dice en esta canción, llevaba mucho tiempo sometido a una "pesadilla, corriendo, con una bestia detrás".
Queda claro que lo que tenemos que hacer es lo que recomendaba Ramón Trecet cuando despedía su programa de radio: "Buscad la belleza, esta es la única protesta que merece la pena en este asqueroso mundo"
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