Mientras el país se acerca a unas importantes elecciones con los partidos mayoritarios ofreciéndonos el lamentable espectáculo de siempre, mientras el Gobierno va vendiendo lo poco que le queda a la economía española al mejor postor en los zocos internacionales, mientras el clamor se va extendiendo sobre los desmanes de la banca entre una parte de la población, toda la atención mediática y, desgraciadamente, la de una mayoría de la sociedad, totalmente alienada, se vuelca en el enfrentamiento pseudodeportivo entre dos monstruosidades del desplifarro que se dicen equipos de fútbol.
Ante esto yo vuelvo a gritar ¡¡ME LA PELA!!, aunque sea un alienígena en este país dividido, no pienso prestarla la más mínima atención al asunto, más allá del inevitable bombardeo que nos darán con unos y otros. Y no pienso ver ni uno solo de los partidos, obviamente.
Y en fin, ya que no pueden perder los dos, que pierda el Madri$$.